Jean-Jacques
Rousseau (Ginebra, Suiza, 1712 - Ermenonville, Francia, 1778) Filósofo suizo.
Junto con Voltaire y Montesquieu, se le sitúa entre los grandes
pensadores de la Ilustración en Francia. Sin embargo, aunque compartió con los
ilustrados el propósito de superar el oscurantismo de los siglos precedentes,
la obra de Jean-Jacques o Juan Jacobo Rousseau presenta puntos divergentes,
como su concepto de progreso, y en general más avanzados: sus ideas políticas y
sociales preludiaron la Revolución Francesa, su sensibilidad literaria se
anticipó al romanticismo y, por los nuevos y fecundos conceptos que introdujo
en el campo de la educación, se le considera el padre del pedagogía moderna.
Huérfano de madre
desde temprana edad, Jean-Jacques Rousseau fue criado por su tía materna y por
su padre, un modesto relojero. Sin apenas haber recibido educación, trabajó
como aprendiz con un notario y con un grabador, quien lo sometió a un trato tan
brutal que acabó por abandonar Ginebra en 1728.
acogido bajo la
protección de la baronesa de Warens, quien le convenció de que se convirtiese
al catolicismo (su familia era calvinista). Ya como amante de la baronesa,
Jean-Jacques Rousseau se instaló en la residencia de ésta en Chambéry e inició
un período intenso de estudio autodidacto.
En 1742
Rousseau puso fin a una etapa que más tarde evocó como la única feliz de su
vida y partió hacia París, donde presentó a la Academia de la Ciencias un nuevo
sistema de notación musical ideado por él, con el que esperaba alcanzar una
fama que, sin embargo, tardó en llegar. Pasó un año como secretario del
embajador francés en Venecia, pero un enfrentamiento con éste determinó su
regreso a París, donde inició una relación con una sirvienta inculta, Thérèse
Levasseur, con quien acabó por casarse civilmente en 1768 tras haber tenido con
ella cinco hijos.